K’oa en el Santuario de una Milagrosa

La planta denominada K’oa, se reconoce y utiliza en distintas regiones del mundo andino. Su exclusiva función ceremonial, determina la significación y el poder que dicha planta, ostenta dentro de la cosmovisión andina. La propia planta, en el contexto ceremonial, es usada como sahumerio, pero, además, su nombre, el concepto simbólico K’oa, es el contenedor de la ritualidad.

El humo que la planta libera al quemarse, establece una relación directa con el propio nombre. De esta forma K’oa, no es solo el nombre de un grupo de plantas resinosas que crecen en la puna, es, sobre todo, un complejo simbólico en el que se agrupan: ceremonia, sacrificio de animales y ofrendas denominadas “mesas”, entregadas a las deidades como Pachamama.

En Bolivia, existen dos etapas con una fuerte tradición de ofrecimiento de mesas rituales a la Pachamama, una de ellas, es la época de lluvias que coincide con la festividad del carnaval. La otra, se da en el mes de agosto, más relacionado con las peticiones para la siembra.

La acción de pedir, está ligada íntimamente al proceso de quema. Si la ofrenda se quema bien, la respuesta de Pachamama será positiva, en cambio, si la ofrenda no llega a quemarse por igual, las peticiones no serán concedidas.

Las peticiones en la acción de “K’oar”, no solo hacen referencia a Pachamama, en ocasiones, se K’oa en honor a las montañas consideradas lugares sagrados, y en otras ocasiones, como la que nos ocupa, se K’oa por el alma de una milagrosa.

En Sipe Sipe, departamento de Cochabamba, Bolivia, un suceso muy dramático, redefinió el lugar de simple quebrada, a lugar de culto y admiración.

El humo es la transformación, el humo es la otra cosa, Koa es, lo que se transforma en otra cosa (Villagrán y Castro 2004:109)