¡El país de Sísifo! Las cuencas mineras,
kilometros y kilometros de tierra violada,
abierta a tajos; ruedos enormes
como monstruosas plazas de toros
Federica Montseny. Federica Montseny en Andalucia

El Tártaro, dominio del rey Hades y de la reina Perséfone, estaba en las profundidades de la Tierra. Cuando los mortales morían, Hermes, ordenaba a las almas de éstos, que fueran por el aire hasta la entrada principal —situada en un bosquecillo de álamos negros al lado del océano occidental— y que bajaran por un oscuro túnel, hasta una laguna subterránea llamada Estigia. Allí, tenían que pagarle a Caronte, el viejo y barbudo barquero, para que llevara a las almas hasta el otro lado.
El título del proyecto «Otherside», hace referencia a ese otro lado donde acaban las almas después de morir en la tierra. En la zona en la que nací, ese otro lado, es visible y no forma parte del inframundo.
La cuenca minera de Riotinto, ubicada al nordeste de la provincia de Huelva, ha sido explotada desde la antigüedad. Ya en la edad del cobre, hay indicios de actividad minera. Pese a que su extracción era en menor medida, el hecho de que tartessos y Fenicios ya la explotaran, nos sitúa ante la importante cantidad de minerales que esta zona tiene en el subsuelo.
Las tierras de la cuenca, verían incrementada su actividad minera a partir de 1873, fecha en la que la Río Tinto Company Limited (RTCL), adquiriera en propiedad el suelo y el subsuelo del área minera de Riotinto. La compañía trajo consigo sus propios métodos de explotación e industrialización
En «Otherside», he recurrido al mito de Sísifo, para hacer referencia a la condena que sufrieron los trabajadores de la cuenca minera de Riotinto, desde el momento que la RTCL, compró los derechos de explotación del suelo minero y como ya hemos dicho antes, en cierta medida, se adueñó de las vidas de todos los trabajadores que contribuyeron a explotar aquellas tierras y a enriquecer a la compañía.